Lo que comenzó como una panadería artesanal en el corazón de la ciudad pronto se convirtió en un punto de encuentro para quienes buscan calidad, autenticidad y hospitalidad genuina...
Son espacios pensados para ofrecer a cada viajero la misma sensación de pertenencia y autenticidad que sienten quienes nos visitan a diario. Cada estancia, cada plato, cada taza de café es parte de una misma esencia: la que une la tradición de nuestra comunidad con el espíritu abierto de quienes nos eligen para vivir Oaxaca desde adentro.
Cada habitación refleja ese compromiso con la calidez, el cuidado por los detalles y el amor por la cultura local que nos ha acompañado desde el primer día. Nuestros hoteles no son simplemente lugares para dormir: son una extensión viva de nuestra historia.